Temblor - Maggie Stiefvater

¡Hola a todos! ¿Qué tal la Semana Santa? Por aquí ha estado muy bien y por suerte y de manera excepcional e increíble, ¡no ha llovido! Aunque hoy sí que haya caído la mundial... Pero lo importante es que, tras esta semana de descanso, vuelvo, para vuestra suerte o desgracia, con la pilas cargadas  con ganas de escribir en el blog y, sin más dilación, os traigo la reseña de Temblor, que, a pesar de no ser todo lo que esperaba, tampoco ha terminado de decepcionarme. ¡Un beso!

Serie: Los lobos de Mercy Falls (1/3)

Nombre: Temblor

Autor: Maggie Stiefvater

Páginas: 448

Editorial: SM

Reseña: (Sin spoilers)

Grace fue atacada por los lobos hace años y salvada después por uno de esos, un lobo de pelo gris y ojos amarillos. Su lobo. Desde entonces, su lobo desaparece en verano y vuelve en invierno, desde donde se observan mutuamente. Sin embargo, este año es distinto. Este año ha habido ataque de animales salvajes y los habitantes del pueblo quieren tomar medidas. Por si fuera poco, el lobo de Grace no ha venido este invierno. En su lugar, ha aparecido en su porche un joven herido, desnudo… Y con los ojos amarillos.

Mi opinión: (Con spoilers)

La historia

En Temblor, nos encontramos con Grace, una adolescente que fue salvada de los lobos cuando era pequeña y, desde entonces, ha desarrollado una ligera y nada preocupante obsesión por los lobos. Grace hace su vida normal y corriente, yendo al instituto, siendo una estudiante ejemplar y cuidando de sus padres, porque no, ellos no se ocupan de su hija, es al revés... En invierno, a su rutina se le une el observar desde la distancia a “su” lobo, el que la salvó de morir atacada hace años y, en verano, se limita a echarlo de menos porque desaparece cada año por esas fechas. Hasta que esta rutina se altera cuando se encuentra en la puerta de su porche a un chico desnudo, herido e inconsciente que cuando la mira, revela unos ojos amarillos. Exactos a los de su lobo. Por si fuera poco, se han retomado los ataques a los habitantes del pueblo, que han terminado en muertes, como la de Jack Culpeper por la que su familia quiere vengarse matando a todos los lobos. Y la cosa no es que mejore cuando Isabelle Culpeper, hermana de Jack, crea que Grace puede estar protegiendo a los lobos y ocultándole información cuando el cuerpo de su hermano desaparezca del depósito.

La historia, lo cierto es que está bien, no es una historia llena de acción, misterios y peligro, los hay más bien en cantidades moderadas tirando a pocas y el libro trata más bien de cómo Sam y Grace se las ingenian para estar juntos. Y, ¿dónde está la dificultad? ¿Dónde está lo que les impide estar juntos? Pues en Sam, precisamente. Supongo que ya lo habéis adivinado, que muchas pistas he dado ya, pero, si no lo habéis hecho, ahora lo haréis: Sam es un hombre lobo pero es diferente al típico hombre lobo porque él no se transforma con cada luna llena como hacen todos los licántropos normales y corrientes ni cuando les da la gana, como en Crepúsculo. No, él y los que son como él, se transforman cuando bajan las temperaturas. Es decir, en cuanto hace un poquito de frío, ¡adiós muy buenas! ¡Hasta el verano! Y eso, solo si tienes suerte porque llega un momento en el que, cuando ya llevas varios años transformándote desde que te pasan la enfermedad (con un mordisco, como siempre), llega un verano en el que el calor no te afecta y sigues siendo lobo hasta que te mueres. Y esta es la gran dificultad a la que se enfrentan.

El libro está narrado en tercera persona desde los puntos de vista de Sam y Grace, lo que te permite conocerlos mejor y cada uno tiene un dibujo diferente, por lo que no hace mucha falta leer quién lo narra porque te acostumbras a verlo por el dibujo. El que esté narrado así, sin embargo, hizo que el libro me fuera un poco pesado porque cosas que sabe Sam tú las sabes y cuando Grace se las preguntas tú ya sabes las respuestas y, además, es algo que ocurre durante gran parte del libro. Otra cosa que no me ha gustado mucho o, más bien, no me ha terminado de convencer, es el hecho de que Grace es demasiado fría. A ver, no es algo que normalmente me importe pero aquí se ve una gran diferencia entre Sam, que es un poco como un cachorro apaleado (en ambos sentidos, real y metafórico) y Grace, que está acostumbrada a hacerlo todo por su cuenta y a veces puede ser demasiado ”estoica” como ella misma se define a veces. Otra pequeña queja que tengo es que Sam es una especie de perrito y, si Grace le dice que se duerma, pues, lo hace. Pero porque ella se lo dice, no porque él tenga sueño…

Pero no todo es malo, aunque no lo parezca por mi reseña. El libro está bien planteado y es interesante aunque transcurra todo de una manera muy lenta. La relación entre ambos no es la típica relación pastelosa y terriblemente pegajosa que hace que te hartes en seguida aunque también es cierto que me hubiera gustado que Grace fuera un poco más cariñosa. Los secundarios los veo bien definidos y hay algunos a los que les he cogido asco, otros inspiraban pena y con Isabelle me pica la curiosidad. En cuanto a cómo tratan de hacerle frente a la desaparición del cuerpo de Jack y su posterior locura (porque aparece pero tiene un problema de los grandes), quería saber cómo iban a hacerlo y, aunque no me parece que fuera muy efectivo, al menos lo intentaron. En definitiva, es una buena historia, aunque demasiado lenta para mi gusto y en la que las canciones de Sam no me gustaron nada de nada la relación de Sam y Grace se me hizo un poco rara. Además, la forma de escribir de Maggie Stiefvater es muy bonita y las descripciones son las justas, ni muchas ni pocas y que no resultan cargantes, aunque sus canciones no me hagan mucha gracia, supongo que porque, en español, pierden parte del encanto...

Los personajes

Grace, la protagonista femenina. Fue salvada de un ataque por parte de los lobos y, desde entonces, ha desarrollado poco más o menos que una auténtica obsesión por ellos, lo que a sus amigas puede resultarles algo molesto. Es extremadamente responsable, al tener unos padres que van cada uno por su cuenta, y algo fría.

Sam, el protagonista masculino. Salvó a Grace del ataque de los lobos hace años y desde entonces la observa desde la distancia cada invierno. Es extremadamente tímido y suele componer canciones, al igual que lee de manera un tanto compulsiva.

                                                                                                                                   

Lo mejor

Es una forma original de ver a los hombres lobo y, por lo general, es una buena historia.

Lo peor

Es bastante lenta y la relación entre los protagonistas no me gustó demasiado.

 Y vosotros, ¿lo habéis leído?

¿Qué os ha parecido?