Te daría el mundo - Jandy Nelson

¡Hola de nuevo! Como ya os dije, tengo que ponerme el día con la reseñas, así que aquí os traigo una, la de Te daría el mundo. Ya aprovecho para preguntaros algo: ¿os interesaría que inaugurara una sección hablando de series? Llevo dándole vueltas un tiempo, y es algo casi seguro, pero quería saber vuestra opinión. Bueno, os dejo con la reseña ^^

Saga: Ninguno. Autoconclusivo

Nombre: Te daría el mundo

Autor: Jandy Nelson

Páginas: 409

Editorial: Alfaguara

Reseña: (Sin spoilers)

Noah y Jude son mellizos. Toda su vida han estado muy unidos, siempre juntos, dependiendo el uno del otro. Sin embargo, el verano en el que cumplen 13 años, las cosas cambian y ellos comienzan a distanciarse: Jude se vuelve totalmente popular, tirándose desde el acantilado y surfeando con los que son mayores que ellos. Noah es retraído, rarito, un obsesionado con el arte y se ha enamorado de su nuevo vecino. Con 16 años, los mellizos ya no se hablan, y los papeles se han invertido: Noah es popular, osado y tiene muchos amigos. Jude se ha vuelto extraña, sin relacionarse con nadie salvo con el fantasma de su abuela. Algo pasó aquel año, algo que los cambió totalmente, y que les convirtió en algo que jamás habrían supuesto.

Mi opinión: (Con spoilers)

La historia

Vale, mi resumen es una porquería y lo siento, pero no se me ocurría nada mejor, sin plagarlo de spoilers desde el momento uno. Te daría el mundo está contado desde dos puntos de vista: Noah lo narra desde el pasado, cuando tenía 13 años, y Jude nos cuenta lo que pasa en el presente, cuando tienen 16 años. El cambio entre uno y otro es, sencillamente, abismal. Noah y Jude se transforman en personas totalmente distintas a como solían serlo. Si Noah, cuando tenía 13 años, era un chico antisocial, con ningún amigo, y una tendencia a retraerse en sí mismo, pintando un museo mental, tres años después se ha apuntado a un club de atletismo, es popular y tiene gran cantidad de amigos. Jude, por su parte, ha “involucionado”: donde antes había una chica coqueta, lanzada, y que atraía a los chicos, ahora hay una joven solitaria, que se boicotea a sí misma, llevando ropa ancha para ocultarse, cuyo único contacto es su abuela, fallecida casi cuatro años antes. Durante la mayor parte de su vida, los mellizos han estado muy unidos, hasta el verano de sus 13 años, cuando todo comenzó a irse al garete. Noah se enamoró de su vecino, y Jude se peleaba mucho con su madre. Ambos pidieron solicitud para entrar en la escuela de arte, y todo empezó a torcerse. Tres años después de aquellos sucesos, los mellizos ya no se hablan, y se han convertido en extraños para todos, incluso para sí mismos, aunque las cosas están a punto de cambiar.

Al principio este libro no me llamaba nada, pero las reseñas muy positivas fueron cayendo como churros y supe que tenía que leerlo sí o sí. No es mi tipo de libro, el que suelo leer, pero la verdad es que lo he disfrutado mucho. Te daría el mundo no cuenta con capítulos propiamente dichos, sino que se divide en partes narradas por Noah y después por Jude, alternándose. Ambas partes tienen pocas similitudes, a excepción de los personajes que, a pesar de ser distintos, son muy similares, pues ambos narran cuando son unas personas algo peculiares. Los dos son antisociales, por voluntad propia o sin querer, con muchas peculiaridades: Noah pinta mentalmente las escenas y te las describe, poniéndole nombre, teniendo un museo mental verdaderamente extenso. Sin embargo, yo creo que Jude le gana en rarezas: la única persona con la que realmente habla es con su abuela, fallecida tres años atrás. Tiene en marcha un boicot contra los chicos, porque considera que ellos le llevaron la desgracia, y que por eso su madre murió. Además, sigue al pie de la letra los consejos de la biblia de su abuela, que no es una Biblia de verdad, sino una especia de recopilación de consejos, a cada cual más estrambótico. Por si fuera poco, busca compulsivamente información sobre las enfermedades más raras y repugnantes que te puedas imaginar y, para rematar la faena, se dedica a leer las esquelas de la gente. A pesar de todo esto, he conectado más con Jude que con Noah, pero entraré en eso más adelante. En el pasado vemos lo que ocurrió, y cómo se iba preparando todo, como si fuera un castillo de naipes y, conforme se iban desarrollando los acontecimientos, este se tambaleaba, hasta caerse del todo. En el presente, vemos las repercusiones que tuvo aquel desmoronamiento en ambos chicos, y comprobamos que todo está relacionado, aunque en no quedara claro desde el primer momento.

“Me recuerdo que soy una plasta rota en pedazos, conversa y con tendencias hipocondríacas, cuya única amiga probablemente sea un producto de su imaginación. Perdona, abuela. Me recuerdo que este desconocido me traerá peor suerte incluso que todos los gatos negros y los espejos rotos del mundo. Me recuerdo que algunas chicas merecen estar solas.”

La historia, por tanto, abarca distintos períodos de tiempo. El de Noah es más largo, porque va un poco más a saltos, y obvia algunos meses, contándonos lo que pasa a lo largo de un año o un poquito menos. El de Jude es bastante más corto, y no creo que sea mucho más de un mes o cosa así. Cuando narra Noah, le conocemos a él (obviamente), y a su familia, de forma más general. También a Brian, su nuevo vecino, y el chico del que se enamora. Sus capítulos no me gustaron tanto, la verdad. Aunque había cosas en las que me identificaba con él, como cuando pintaba mentalmente (yo hago lo mismo, pero con libros), la mayor parte de sus acciones no terminaba de comprenderlas. Comprendo que es un chico de trece años, que está confuso y se siente solo pero no hace tanto tiempo que yo tenía esa edad, y no habría reaccionado de esa forma. Muchas de sus decisiones son bastante… Pésimas, como cuando decide enrollarse con la chica, Heather, en el armario, aunque Brian está al otro lado de la puerta, y después se cabrea con su hermano y con Brian porque piensa que han hecho los mismo. Además, el no dar a tu hermana la oportunidad de poder explicarse, y llevarte más de un mes sin hablarle me parece horrible. Por otra parte, cuando Jude es la narradora, a quien conocemos es a ella, a Oscar y a Guillermo, que son unos personajes sin los cuales no habría disfrutado tanto de la novela. Guillermo es un escultor argentino cascarrabias con muy mal carácter y Oscar es un chico inglés con problemas que vive con Guillermo, y que es un amor :3 Os lo digo de verdad, son ellos, la historia no me habría gustado tanto, porque la verdad es que son unos personajes especiales y que me han encantado (aunque ciertas acciones de Oscar merecían que le pegaran dos tortas).

“Para invertir el curso del destino, plántate en medio de un campo con un cuchillo y empúñalo a favor del viento.”

Los personajes son todos diferentes y muy particulares.  Sin embargo, cuando Noah y Jude más me gustan, es cuando son narradores. Cuando son secundarios, se vuelven, o bien repelentes, como en el caso de Jude, o imbéciles, como Noah. Comprendo que la gente cambia, pero Noah lo hizo para peor y Jude, a pesar de ser más rara que un perro verde, lo hizo a mejor. Aunque el mejor cambio lo hacen al final, si bien nunca llegamos a verlos del todo. Ambos hermanos son peculiares, cada uno con sus propias rarezas y manías. Como ya dije antes, Noah fue el que menos me gustó de los dos, por ciertos comportamientos que tiene, y porque me parece que no es fiel a sí mismo. No sé, se convierte en todo lo que detesta sin motivo aparente. Se lleva todo el libro criticando a “los surflerdos bañados en pirorretardante”, y de repente se convierte en uno de ellos. Eso es algo que no soporto, que alguien no sea fiel a sí mismo, y se convierta en una parodia de quien era, y es aún peor si simplemente lo hace y no hay una razón de peso (al menos, que yo pueda ver). Jude, por otra parte, sí me gustó más, puede que porque sí vi esa razón para el cambio, los motivos que la llevaron a recluirse en sí misma. Son bastante extraños, pero aun así, es algo que he podido comprender y tal vez por eso me haya gustado más que Noah. No he llegado a conectar del todo con ninguno, pero porque cada uno son de su madre y de su padre. A pesar de esto, en ciertos momentos lograba conectar con uno y después con otro, supongo que dependiendo de lo que hicieran o lo que pensaran, aunque lo hacía más con Jude que con Noah por lo ya mencionado.

“Deprisa, pide un deseo.
Aprovecha la (segunda o tercera o cuarta) oportunidad.
Vuelve a crear el mundo.”

La historia en sí es bonita. Un poco confusa al principio, aunque te acostumbras con rapidez. No está llena de acción, pero sí que tienes interés en saber qué fue exactamente lo que llevó a los hermanos a separarse. Se van dando pinceladas y pistas a lo largo de la novela, sobre todo cuando narra Jude, pero no tienes todas las pistas y lo ves todo junto hasta el final. Final que me decepcionó un poco, la verdad. Me pareció extremadamente rápido y que le faltaban algunas páginas. Un epílogo le habría venido de perlas, porque creo que no se habría quedado tan cojo como queda así. El estilo de la autora me ha gustado, y la verdad es que tengo muchas esquinas dobladas con frases que me han gustado. El cómo se ha desarrollado todo me ha parecido apropiado, a excepción de esos detalles sobre Noah que he mencionado antes, aunque eso son cosas propias de mis manías, y no tienen por qué molestaros a vosotros. La verdad es que, a pesar de todos los altibajos que sufren y los problemas que atraviesan, la relación de Noah y Jude me ha gustado mucho, por cómo se apoyan el uno en el otro, y eran más NoahyJude que Noah y Jude (los que tenemos hermanos, ¿cuántas veces nos ha pasado esto, eh? Que a veces somos más un pack que dos personas separadas xD), y me alegró mucho que se fueran reconciliando a pesar de todo lo que se hacen mutuamente.

En definitiva, ha sido un libro que he disfrutado mucho, y que recomiendo a todo el mundo, pues ha sido diferente a como me esperaba que fuera. Te daría el mundo es, sin duda alguna, un libro que releeré más de una vez ^^

Los personajes

Noah, la voz del pasado con trece años. Es un artista, con mucho talento, al que le encanta dibujar y pintar. Tanto, que, en su mente, incluso pinta las situaciones que le ocurren, teniendo un “museo mental” con todos los cuadros que pinta. Se siente atraído por su nuevo vecino, Brian, lo que hace que termine estando hecho un lío.  Su relación con su hermana no atraviesa su mejor momento, por parte de ninguno de los dos, y la situación en su casa es complicada, lo que hace que su recluya y que la relación con los demás se resienta.

Jude, la voz del presente con dieciséis años. Si antes Noah era el más raro de los dos, Jude tres años después lo ha superado: ha dejado el surf, el salir con chicos y el vestir de forma femenina. Lleva a todas partes la biblia de su abuela, poniendo en práctica sus consejos por estrambóticos que sean. La persiguen sus fantasmas, literales y metafóricos, y, en cierto modo, se ha quedado estancada en el pasado, echándose la culpa de gran parte de lo que pasó aquel año en el que tantas cosas, como la relación entre su hermano y ella, se fue al garete.

Lo mejor

Como los hermanos se apoyan el uno en la otra, y van superando lo que les ocurre. El que en el libro se traten varios tipos de amor, no solo el romántico, sino el fraternal, el de amigos… Y diversos tabúes en la literatura juvenil, como la homosexualidad o las aventuras (extramatrimoniales, no las otras). El que te haga pensar una vez lo acabas.

Lo peor

El final, la verdad es que me pareció que le faltaban páginas, y que era demasiado repentino y brusco.