Enclave - Ann Aguirre

¡Hola! ¿Qué tal vuestro lunes? El mío bien porque me he quitado el examen de trigonometría que me ha salido bastante mejor de lo que esperaba así que estoy muy contenta ^^ Hoy os traigo la reseña de Enclave, un libro que compré en un arrebato y que me ha decepcionado un poco, la verdad, pero ya os lo explico en la reseña:

Saga: Rathorland (?) (1/3)

Nombre: Enclave

Autor: Ann Aguirre

Páginas: 352

Editorial: Hidra

Reseña: (Sin spoilers)

Dos acaba de ganar su nombre y sus cicatrices, aquellas que la identifican como una Cazadora, la encargada de defender a su gente de los engendros y de darles de comer. Es emparejada con Van, el Cazador que apareció de la nada, aquel en el que nadie confía, pero no tendrá más remedio que aprender a trabajar con él, pues su vida depende de ello. Sobre todo, cuando las cosas comienzan a cambiar, a ir a peor para ellos y solo lo tendrá a él para defenderse.

Mi opinión: (Con spoilers)

La historia

La verdad es que yo no tenía pensado comprar este libro. Fue por culpa del Random Chooser que decidí comprarlo, porque estaba entre este y Desconexión y mis amigas no me ayudaban así que usamos ese programa y salió este. Creo que hubiera preferido haberme hecho caso y comprarme Desconexión. No es que el libro esté mal, es que esperaba otra cosa y no me ha terminado de cuajar la cosa, pero ya me pondré con eso más adelante. La historia comienza con Dos recibiendo su nombre y sus cicatrices, las que la identifican como Cazadora. Esto es porque, al llegar a una edad, adoptan un nombre dependiendo de dónde cayera su sangre. Esta lo hace sobre una carta y pasa a ser conocida como Dos. Recibe sus seis cicatrices y ya puede salir con los demás Cazadores a hacer su tarea. Es emparejada con Van, que es un Cazador que no siempre ha vivido en ese enclave, por lo que es considerado un extraño y todos desconfían de él. Sin embargo, si Dos quiere sobrevivir deberá confiar y aprender a trabajar con él si quiere sobrevivir en los túneles. Además, conforme va descubriendo nuevas verdades que jamás habría creído posibles, deberá decidir quiénes son realmente aquellos en los que puede confiar.

Ahora que me pongo con la reseña, veo más parecido entre este libro y El corredor del laberinto que, con Los juegos del Hambre. Lo digo porque, aunque no me gusta comparar, lo leí en algún lugar (puede que en el propio libro), pero no lo considero cierto. El parecido con LJDH no lo vi en ningún lugar. En cambio, al haber Cazadores, que recorren los túneles, matando a los Engendros a los que se encuentran, se lo veo más con el primer libro mencionado, aunque no es excesivo ese parecido. Bueno, el mundo que crea Ann Aguirre es raro. Pero muy raro. Es una distopía en la que, tras una serie de hechos, la gente se ha visto obligada a vivir bajo tierra porque la radiación que hay en la superficie no les permite vivir allí. Abajo, junto a ellos, hay unas criaturas, los Engendros, contra los que tienen que luchar para evitar que los maten o los dejen sin comida. De esto se encargan los Cazadores, que son algo así como la élite del enclave que, por cierto, se llama Escuela y no es el único que existe, aunque los demás están muy lejos de ellos. La sociedad está dividida en clases y cada ciudadano se encarga de algo: están los Cazadores, que se encargan de la caza  la defensa de Escuela, los Criadores, que, en contra de lo que pensaba, no se encargan de la comida, si no de tener niños… Sí, exacto, son los únicos que pueden tener hijos… Si cogen a otros en algún tipo de interacción, amorosa o no, que pueda llevar a esto, son exiliados, lo que conlleva la muerte inmediata. Como podéis ver, sus reglas son muy estrictas pero a Dos no le supone un problema, pues comprende que son necesarias. Ahora bien, a mí esas reglas me parecen horribles y no podría vivir con ellas. Y, aunque al principio Dos se muestra conforme con ellas, poco a poco va comprobando que en la forma de dirigir hay cosas que no están bien y, con una ligera ayuda de Van, va comprobando cómo de injustos son los ancianos (que tienen treinta años…).

La historia en sí está bien y la verdad es que me estaba gustando. No me estaba encantando, pero sí que me gustaba. Me parecía curioso cómo sobrevivían los humanos bajo tierra y cómo habían ido organizando para poder sobrevivir. A ver, las reglas que tienen no me hacen ninguna gracia pero comprendo por qué las habían establecido. Dos, como protagonista no sé si me gusta o no. Tiene una personalidad extraña pues es muy confiada pero al mismo tiempo desconfía, es muy ingenua pero también incrédula… Me explico: Dos cree ciegamente en los ancianos y, aunque algunas de las reglas no le hagan mucha gracia, las acata y no se le ocurre rebelarse. Es por esto que, cuando Van se muestra disconforme y en contra de estas reglas, que ella trata de alejarse de él, aunque luego vuelva a acercarse. Después cuando ella y Van son exiliados de forma injusta y se ven obligados a ir a la superficie, donde Van dice que es posible la vida, Dos no se lo cree. Confía en Van pero no cree lo que dice. Y, aunque cree saber mucho, en realidad cualquier cosa la descoloca y la deja sin saber qué hacer, como, por ejemplo, cuando comienza a sentir algo por Van (que es algo un poco obvio…), cuando no sabe qué es lo que siente ni nada de nada, aunque es comprensible porque todo eso estaba restringido a los Criadores. En ese sentido me gusta más Van, porque tiene las cosas más claras y no parece estar, como Dos, más perdido que el barco del arroz. Van es más objetivo, más crítico y más humano en cierto modo, pues Dos, al seguir a rajatabla las órdenes de sus superiores no se plantean si están bien o mal mientras que Van sí que lo hace.

Stalker, destinatario de
mi desprecio

Y ahora, ¿por qué no me ha gustado este libro más? En sí, el libro está bien pero, para mi gusto, le ha faltado algo. La historia está bien pero necesitaba algo más de profundidad, es decir, algo más de base, pues creo recordar que te decía que había habido un apocalipsis nuclear pero apenas te daba más datos. También querría haber sabido más sobre cómo acabaron organizándose como se organizaban. Sin embargo, no me faltaba solo eso sino que me han faltado más cosas que han hecho que no terminaran de hacerme gracia. No puedo decir exactamente cuáles fueron porque leí Enclave hace como un mes pero sí que recuerdo que me parecía todo demasiado rápido. Esto era porque, en pocas páginas pasaba de todo y sin apenas explicación y eso me resultaba precipitado. A parte de esto que supongo que puede pasarse un poco por alto porque casi no puedo explicar por qué me pasaba esto, no conseguí conectar con los personajes. Sobre todo me pasaba con Dos pero no era la única. Aunque en menor medida, Van tampoco lograba convencerme. Supongo que era por sus circunstancias pero su forma de pensar y actuar me resultaban extrañas y, a veces, un poco forzadas, aunque esto bien puede ser solo una cosa que me ocurre a mí y ya está.

Básicamente, esto era lo que pensaba al final

Pero, sin duda, lo que hizo que el libro me gustara bastante menos de lo que esperaba, es el final, las últimas 80 páginas o así. Hasta entonces el libro me estaba gustando pero fue aparecer Stalker y que todo se fuera al garete. ¿Por qué? Muy fácil: porque aparece un triángulo amoroso. Y puede que esto os parezca un poco extraño, porque he dicho en muchas ocasiones que me gustan los triángulos amorosos pero yo también tengo un límite y esta situación no tiene razón de ser. Me explico: vamos a ver, ¿en qué cabeza cabe que una chica que nunca ha estado a solas con un chico, de repente se suelte la melena y empiece a fijarse en dos? Y lo malo no eso, no, porque eso, hasta cierto punto, puedo entenderlo. No, lo que no entiendo es por qué leches se fija en Stalker. Que sí, que la autora podrá decirme tantas veces como quiera que Stalker tiene una mentalidad que cuadra mejor con la de Dos porque es decidido y hace lo que tiene que hacer pero es que no me lo trago: Stalker es un mal bicho. Es una persona horrible que los secuestra a ambos, a Dos y a Van, que tiene presas a mujeres a las que usan para que les den hijos (porque eso es lo que hacen) y a los hombres los cazan como si fueran animales. Y ahora no va a decirme Ann Aguirre que todo eso hace que Stalker sea atractivo a ojos de Dos porque no me lo creo. Además, ¡que se llama Stalker! ¡Que eso significa “acosador” en español, por amor al chocolate! Que no, que no me creo sus sentimientos. No veáis lo mal que me sentó esto. Hizo que Dos me cayera terriblemente mal, hasta el punto que me negué a leer su estupidez en las últimas páginas.

En conclusión, es un libro que partía de una buena base pero que, me temo, no ha sido bien aprovechada. Los personajes me parecían algo extraños en sus actuaciones y planteamientos y no logré conectar con ellos. Me faltó algo de profundidad o mayor detalle de la historia que habría agradecido mucho. Pero lo que menos me gustó fue el final, cuando se incluye a Stalker y ello da pie a un triángulo amoroso que me pareció forzado y sin razón alguna de ser. Su ambientación y las cosas que ocurren son interesantes pero apenas hay explicación. Podría haberme gustado mucho pero, lamentablemente, el final hizo que disminuyera notablemente mi disfrute del libro.

Ah y, por cierto, la foto no es que represente lo que pienso del libro, es uno de los engendros que aparecen en él, solo por si lo habéis pensado xD

Los personajes

Dos, la protagonista de la historia. Es una Cazadora, es decir, una de las encargadas de cazar la comida para su enclave y defenderlo de los engendros. Es una persona que es muy ingenua, crédula y, en cierto modo, inocente, pero, con el paso de las páginas, se convierte en una persona muy desconfiada e insegura. Dos es un personaje muy contradictorio porque, si bien es valiente y decidida, capaz de pensar por sí misma, al mismo tiempo sigue las órdenes como un corderito y siente un terror visceral a replantearse las normas, aunque sepa que están mal. Poco a poco cambia, pero sigue sin convencerme del todo.

Van, el compañero de Dos. Es otro Cazador pero, a diferencia de Dos, no lleva toda su vida en el enclave. Es por esto que genera desconfianza y, al principio, a Dos no le gusta nada, pues jamás dice una palabra más de lo necesario. Es muy reservado y desconfía de todo y de todos. Lentamente se va abriendo a Dos y se descubre como una persona valiente, leal y totalmente digna de confianza. Por desgracia, es bastante secundario y apenas se le conoce, lo que es una lástima, pues era el que mejor me caía…

Lo mejor

La historia en sí parte de una buena base e idea y la ambientación me pareció interesante.

Lo peor

El final, sin duda. Las últimas 50 páginas más o menos no me gustaron, e hicieron que mi calificación global bajara mucho.