El mar de la tranquilidad - Katja Millay

¡Hola a todos! Hoy os traigo una reseña, al fin, que ya hacía dos semanas desde la última ^^ Ya era hora, ¿verdad? Bueno, lamentablemente no es un libro que me haya encantado precisamente, pero espero que os guste la reseña :)

Saga: Ninguna. Autoconclusivo

Nombre: El mar de la tranquilidad

Autor: Katja Millay

Páginas: 449

Editorial: Plataforma Neo

Reseña: (Sin spoilers)

Nastya ha llegado nueva al instituto. Es una chica rara a más no poder, que no habla ni se relaciona con nadie. Su forma de ser, de vestir y de actuar mantiene a todos apartados de ella. Josh tiene a su alrededor un campo de fuerza que mantiene a raya a todo el mundo. Después de perder a cada persona que realmente le importaba, no permite que nadie se le acerque, salvo Drew, a quien no puede alejar. Sin embargo, en cuanto Nastya y Josh se conocen, las cosas cambian, aunque no como esperaban.

Mi opinión: (Con spoilers)

La historia

Creo que no hay nadie que no haya oído hablar a estas alturas de El mar de la tranquilidad, un libro que, tan pronto salió a la venta, causó furor entre los lectores. Lamentablemente, resulta obvio que a mí estas cosas no me convencen, y este no ha sido ninguna excepción… El libro sigue a Nastya, una chica muy extraña, que desde un suceso ocurrido unos años antes ya no habla absolutamente para nada. Todo comienza cuando Nastya y su tía van al nuevo instituto de Nastya para matricularla, lejos de su denominada “zona cero”, donde ocurrió lo que fuera que le sucedió. A ese instituto va Josh, un chico al que no se le acerca nadie, pues no permite que nadie se le aproxime, incapaz de seguir soportando el sufrimiento que supone que todos a los que quiere acaben muriendo. Solo tiene relación con Drew, alguien que, por mucho que Josh trate de ahuyentar, permanece a su lado ocurra lo que ocurra. Ninguno de ellos tenía intención de cambiar la situación en la que se encontraban, pero una vez se encontraron, no pudieron controlar lo que iba a ocurrir. Sus vidas estaban a punto de cambiar, y los secretos que tanto se esforzaron en ocultar volverían a surgir…

Como ya os he adelantado, este no es un libro que me haya encantado. Empezó muy fuerte, y prometía mucho, pero no terminó de ser lo que esperaba. No creo que fuera culpa del libro, porque no es que sea un mal libro, creo que es más bien que yo esperaba otra cosa y, más importante aún, que este tipo de historias y yo no terminamos de congeniar. Es muy dramática, con dolor a montones, y nadie que no sufra un trauma infantil, y a mí eso no me convence. Por una parte tenemos a Nastya, una chica que se ha pasado los últimos años en un mutismo absoluto tras algún horrible suceso que la ha hecho terminar así. Por su parte, Josh se ha hartado de que todas las personas que le han importado lo más mínimo acaben muertos, por lo que se ocupa de que eso no vuelva a ocurrir a base de mantenerlos a todos, sin excepción, alejados de él. Por supuesto, eso es lo que pretenden hacer ellos en el nuevo curso que comienza pero, cuando se conocen, diferentes circunstancias les impiden llevar a cabo lo que quieren. Esto se debe, principalmente, a que ambos acaban siendo amigos de Drew. Drew es la única persona a la que Josh no ha logrado alejar, y la familia de este se empeña en acercarse a Josh, impidiendo que se cierre totalmente al mundo. Además, Drew es un ligón de marca mayor, por lo que, cuando conoce a Nastya, con su nombre ruso y su forma de ser y vestir, intenta ligar con ella, aunque las cosas no salen como espera. De todas formas, ambos acaban creando una amistad un tanto improbable, que permite que Josh y Nastya se conozcan, y tenga lugar el denominado “desastre de proporciones épicas”, porque, ¿qué ocurre cuando juntas a dos personas así? Alguien que no quiere sufrir y otra cuya mayor obsesión es la venganza. Salvo que las cosas cambien enormemente, es imposible que eso salga bien. Ambos lo saben, y pretenden mantenerse alejados, pero no es algo que consigan…

En El mar de la tranquilidad los personajes juegan un papel muy importante. En todas las historias lo hacen pero en mayor o menor medida. Si tienes una historia con un desarrollo grande, con mucha acción y giros inesperados, los personajes no son tan remarcables como cuando la historia que tienes entre las manos cuenta con una menor dosis de acción y mayor desarrollo de personajes. Por desgracia, esta novela encaja en la segunda categoría y digo por desgracia porque, en situaciones así, lo más importante es conectar con los personajes para que no se te haga pesado, y yo me he visto incapaz de conectar con ninguno. Nastya es, vista desde fuera, un “putón”. Y lo siento, pero las cosas son como son y ella es así. Al pan, pan y al vino, vino, no hay vuelta de hoja. Esto es algo que hace a posta, porque considera que es la mejor forma de mantener a los demás a raya. Y aunque ella no sea realmente así, es el papel que ha decidido interpretar y se mantiene fiel a él delante de todos, salvo Josh, una vez decide “abrirse” (porque realmente no se abre, solo se relaja un poco). Es una chica autodestructiva, que ha cortado lazos con todo lo que había en su vida anterior y que no tiene otro objetivo en la vida que vengarse del chico que le destrozó la suya, que acabó con la chica que era antes. Su mayor hobby, junto con la cocina de pasteles, es salir a correr, y literalmente correr, pues es una forma de olvidar sus problemas, de dejarlos atrás a base de machacar las calles. Josh, por su parte, vive solo y, si por si él fuera, estaría complemente solo, pues cree que la única forma de no sufrir más porque la gente muera a su alrededor es que nadie se le acerque lo suficiente como para empezar a quererlo. Por suerte o por desgracia para él, Drew y su madre no están dispuestos a permitirlo y se han convertido en poco más o menos que un ancla, personas que lo mantienen atado al mundo y que consiguen separarlo durante unos minutos de su taller de carpintería para que se relacione con la gente.

Ambos protagonistas son distintos entre sí, pero tienen varias cosas en común: la primera, que quieren mantener la gente a raya. La segunda, que han sufrido más en su vida de lo que deberían y no están dispuestos a pasar por ello otra vez. Reaccionan de manera diferente a esto, pero, en el fondo, ambos buscan acabar con la fuente de su sufrimiento de una forma u otra. Y, hasta que se conocen, esto les funciona bien pero, en el momento en el que chocan, sus vidas cambian de forma irremediable. Josh y Nastya no es que sean malos personajes, es que son personajes con los que no he podido empatizar. Su forma de ser, de ver el mundo… No coinciden en absoluto con la mía. No sé cómo reaccionaría yo en una situación así, y supongo que ahí está el punto de la novela, pero no he conseguido conectar con ninguno siquiera por un segundo. Además, considero que gran parte de los problemas que hay en la novela suceden por su incapacidad para tomar decisiones razonadas, y porque no piensan realmente en lo que les pasa. Los veo como conflictos estúpidos que podrían haberse resuelto con muchos menos problemas si le hubieran hecho frente a lo que estaba pasando. Si Josh, en vez de acostarse con la tía aquella, hubiera intentado hablar con Nastya y entender qué estaba ocurriendo, se habrían ahorrado mucho tiempo de disputas y disgustos innecesario. Y, si os soy sincera, acabé viendo a Josh como un cobarde en las últimas páginas porque podría haber intentado luchar por lo que quería, pero era mucho más fácil quedarse a un lado y tomar la decisión fácil y sencilla, aunque las consecuencias no fueran a gustarle. Nastya también tiene su parte de su culpa, pero me parece que Josh era más dado a hablar y a intentar arreglarlo y, al fin y al cabo, era ella la que se alejaba por lo que no tendría sentido que fuera tras él. Sin embargo, aunque le duele, el pasa de intentar solucionarlo y se acuesta con la chica aquella cuando se presenta en su casa (lo siento, pero no recuerdo su nombre), y eso no me gustó nada.

Mucha historia no hay, la verdad. Yo pensaba que esto iba a ser más bien la historia de caída al infierno y posterior ascensión de Nastya en su búsqueda de la venganza que tanto ansía, pero de eso nada. Yo creía que ella buscaría al culpable de lo que le ocurrió, pero lo encuentra de pura casualidad y no termina de convencerme. Es muy probable que esto también influya en mi visión de la historia, pues yo esperaba algo más oscuro y retorcido y no lo encontré, con lo que me decepcioné ligeramente. Sin embargo, el final en sí no me gusta, y eso sí que me decepcionó. A ver, ella se lleva TODO EL LIBRO queriendo venganza como Emily en Revenge, y cuando puede conseguirla, ¿pasa de ella? ¿Le da igual? Vamos a ver, yo entiendo que era la forma de medio asegurarse de que Nastya tenía una “salvación”, y podía “renacer”, pero lo vi un final facilón. Fantaseaba con su venganza, la primera página habla de cómo acabará con él usando su mano izquierda, la que le destrozó y, cuando lo tiene tan cerca que podría contarle los pelos de las cejas, ¿¡lo deja irse!? Yo lo siento, pero lo veo a final edulcorado de Disney y yo no quería eso. Sí, quería que ella acabara con su trauma, pero la forma en la que lo hizo la autora me resultó demasiado simplona, dada la espiral en la que estaba sumida la protagonista. Junto con esto, parte del misterio era bastante obvia. Era evidente que Nastya no era su nombre real, partiendo de la base del nombre de su tía. Y ya cuando apareció su familia, era obvio que ella tenía de rusa lo que yo. Y sé perfectamente que el nombre no era su mayor misterio, pero habría quedado mejor, al menos para mí, si esa parte no hubiera sido tan sumamente obvia.

Aunque los protagonistas no me gustaron, los secundarios sí, y tanto como el amigo artista de Nartya (no me acuerdo de su nombre), como Drew y la madre de este me gustaron mucho. Habría habido veces en las que le habría pegado una buena colleja a Drew, porque realmente se la merecía, pero era de los que más me gustaban, y de los que ayudaban a que siguiera leyendo, así que se lo perdono.

En definitiva, El mar de la tranquilidad es un libro que no ha sido lo que esperaba. Partía de una base interesante, pero sus primeras páginas me prometían algo que después no encontré. Los secundarios me gustaron más que los propios protagonistas y encontré gran parte de los conflictos como un cúmulo de malentendidos que tenían una solución tan fácil como tragarse el orgullo y la estupidez y pararse un minuto a hablarlo. El final me resultó demasiado bonito como para que casara con la personalidad de la protagonista, y no me convenció lo más mínimo.

Los personajes

Nastya, una chica que no habla desde hace ya varios años. Ha construido una falsa imagen que proyecta a los demás con la sola intención de que nadie se le acerque, aunque no puede evitar que haya algunos más insistentes que sigan intentando aproximarse. Guarda un secreto enorme desde hace ya un tiempo que la lleva a buscar venganza de manera casi incasable.

Josh, un chico al que se le han muertos todos a los que quería. Por ello decidió que no se permitiría encariñarse con nadie más, haciendo una enorme excepción con su amigo Drew y su familia, a los que por mucho que o ha intentado no ha logrado apartar. Su única pasión es la carpintería, a la que se dedica noche y día, intentando evitar sus problemas.

Lo mejor

Drew, y una idea que podría haber dado más de sí.

Lo peor

No conectar con los personajes y un final que lo resuelve todo demasiado fácilmente.