Mi corazón en los días grises - Jasmine Warga

¡Hola, gente del mundo! Hoy al fin traigo una reseña, que tenía que haber traído hace mucho tiempo. Por una razón o por otra, no había conseguido hacerla antes, pero hoy finalmente me he puesto y aquí la traigo. No ha sido un libro que me gustara del todo, pero ya os dejo con la reseña (que me ha salido algo más corta de lo normal, por cierto). Espero que os guste.

Serie: Ninguna. Autoconclusivo

Nombre: Mi corazón en los días grises

Autor: Jasmine Warga

Páginas: 288

Editorial: Montena

Reseña: (Sin spoilers)

Aysel tiene 16 años y cada día le supone un nuevo esfuerzo. No tiene motivos para seguir adelante, pero tampoco la fuerza suficiente como para acabar con todo. Hasta que conoce a Roman, un chico tan destrozado como ella, o incluso más. Entonces, ambos hacen un pacto, y Aysel encuentra el modo de llevar a cabo su decisión. Aunque, conforme pasa más tiempo con Roman, las tornas empiezan a cambiar y ya nada vuelve a ser como antes…

Mi opinión: (Con spoiler)

La historia

Acabé este libro hará cosa de un mes. He sido completamente incapaz de hacer la reseña hasta ahora e, incluso cuando la escribo, no tengo ni idea de cómo va a salir todo esto. Este ha sido un libro que ha cautivado a gran cantidad de lectores pero me temo que yo no me cuento entre ellos. Pero ya os explicaré a qué se debe esto. El libro trata sobre Aysel, una adolescente de 16 años que está deprimida a más no poder y no encuentra razón alguna para continuar con su vida. No siempre fue así, pero desde un trágico incidente, su vida ha perdido el sentido. Sus días se vuelven una rutina, y se ha encerrado en sí misma, siempre sola, mirando una página en la que se meten personas que desean acabar con todo. Y, aunque ella desea hacerlo también, no tiene las fuerzas suficientes para llevarlo a cabo. Por ello busca un compañero de suicidio, alguien con quien hacer un pacto, alguien que se asegure de que llega hasta el final. De que ambos lo hacen. Así es como conoce a Roman, alias Robot Congelado, alguien que está destrozado por un acontecimiento pasado que le reconcome y le lleva a querer terminar con todo. En él encontrará lo que le hace falta para seguir adelante solo que, cuanto más tiempo va pasando con él, menos segura de su decisión va encontrándose…

Mi corazón en los días grises es un libro duro, que trata sobre un tema muy serio como lo es el suicidio. Aysel se lleva todo el libro pensando en cómo acabar con todo y lo cierto es que sus pensamientos no llegan a salir de ahí. Reconozco que puede resultar muy complicado leer esto, sobre todo si uno es sensible pero, si os soy completamente sincera, a mí no terminó de llegarme. No tengo claro por qué, pero no me emocionó tanto como me esperaba. Creo que la forma de ser de Aysel contribuyó y es que me resultó algo fría. Aysel tiene una cierta fijación por la física y, cuando piensa en la muerte, lo hace en términos de energía: qué ocurrirá con su energía potencial, en qué se transformará… Y creo que esa es la razón por la que me ha costado más conectar con ella y con su situación. Lo enfocaba todo de forma muy fría y casi desconectada de su propio cuerpo y me parece que es por eso por lo que yo no he llegado a conectar más con Aysel y todo lo que le ocurría. Y ya de Roman ni hablamos. Ese sí que es un verdadero “Robot congelado”. Aysel quiere suicidarse, pero tiene dudas, y le falta voluntad. Sin embargo, Roman está decidido a suicidarse, con Aysel o sin ella y, cada vez que esta muestra algún tipo de duda, se cierra en banda y le recuerda que prometió cumplir su parte del trato. Su determinación a morir y el hecho de que apenas se le conoce hace muy complicado que se pueda conectar con él. Y si no logro conectar con los personajes, con ninguno, se me hace muy complicado disfrutar de la lectura. Junto con esto, está el hecho de que la mitad de las actitudes de Aysel no me cuadran. Dice que su madre la odia y, sin embargo, cada vez que la pobre mujer aparecía en escena, yo habría jurado que la quería, que toda su familia la quería, y que era ella la que los mantenía a raya, que nadie se acercaba por miedo a que ella explotara. Sí que es cierto que creo que la madre debió haberse preocupado más por Aysel, pero no creo que ella fuera del todo justa. Y no creo que ella verdaderamente quisiera suicidarse. Cada vez que lo pensaba, era como que se le iba toda la determinación, y buscaba razones para posponerlo. Si se comprometió con Roman fue más bien porque se lo había prometido y no quería rajarse, pero ya está. Al menos, eso es lo que yo veo.

Sé que a mucha gente este libro le ha gustado, pero a mí me costó leerlo, y no solo porque tratara sobre el suicidio. Si os soy sincera, al leer la sinopsis de la contraportada me hice una idea muy distinta, y para nada lo relacioné con el suicidio. Puede que lo que esperara encontrarme fuera lo que hizo que no lo disfrutara tanto. Y lo cierto es que, fuera del suicidio, no hay mucha más historia. Si acaso es más al final, cuando ya Aysel se da cuenta de que no quiere acabar con su vida, y trata de encontrar algo para convencer a Roman de que no lo haga tampoco. La verdad es que, aunque os parezca extraño, con quien más conecté y quien más pena me dio, fue la madre de Roman. Ella también sufrió mucho, pero trató de seguir adelante, de pasar página. Puede que fuera el papel activo de Roman en lo que ocurrió lo que le impidiera hacer lo mismo, pero creo que no se daba ni cuenta del daño que le estaba haciendo a su madre. Aysel sí lo hace, y el lector con ella, y eso fue lo que más me rompió el corazón de todo esto. Ni Aysel ni Roman, sino cómo sus actitudes y sus decisiones, aunque los otros no las conozcan, destrozan a los que los rodean. Y a pesar de que la madre de Roman era un personaje absolutamente secundario, yo no podía evitar recordarla a cada paso que daban, cuando cada uno de estos los acercaban más al final. Esto era lo que más me costaba leer, siendo sincera.

No tengo mucho más que decir. El libro es muy breve y cualquier otra cosa que os contara solo contribuiría a destriparos completamente la historia, y tampoco quiero eso. Soy consciente de que muchos lo han disfrutado, y que la mayor parte han llorado como magdalenas al leerlo, pero yo no lo he hecho. Tal vez fuera por mi incapacidad para conectar con los personajes, o que me aislé mucho de la historia en sí, no sé. Probablemente la autora buscara que los lectores simpatizaran más con Aysel al ser una narradora en primera persona, pero conmigo eso no ocurrió. Con esto no quiero decir que el libro sea malo, para nada, pero la verdad es que no me llegó. Igual es cosa mía, que soy muy insensible, o puede que no fuera un libro para mí, no lo sé, pero no me ha gustado, ni de lejos, tanto como esperaba.

Los personajes

Aysel, una chica que, tras un horrible incidente del que se siente culpable, no encuentra las fuerzas necesarias para continuar adelante. Solo quiere terminar con todo, abandonar un pueblo y un mundo que solo le causa dolor y para ello solo hay una manera. Por desgracia, no es capaz de hacerlo, y necesita la ayuda, el empujón de otra persona. En su caso, Roman.

Roman, un chico que cambió radicalmente tras algo que le corroe por dentro. Tal vez podría haberlo superado, de no haber tenido él mismo un papel tan relevante en lo que ocurrió. Por esto, como Aysel, desea terminar con todo. Sin embargo, él tiene una voluntad mucho más férrea que la de Aysel y está dispuesta a llegar al final, con ella o sin ella.

Lo mejor

El final que, dentro de lo que cabe, es relativamente esperanzador, y deja la puerta abierta a un posible final feliz.

Lo peor

En sí, la historia no me llegó como esperaba. No conecté con los personajes y sufrí más con los secundarios, que apenas salían, que con los principales.