Un libro tras otro: En la oscuridad resplandecen las estrellas

miércoles, 30 de diciembre de 2015

En la oscuridad resplandecen las estrellas - Diana Peterfreund

¡Hola, lectores míos! Hoy os traigo una nueva reseña, la última del año, pero se me están acumulando muchas y no podía dejar pasar la oportunidad de subirla xD Este libro lo leí en una LC que se organizó desde el blog Pasarán las horas y menos mal, porque si no a saber cuándo lo habría leído xD Pero me dejo de rollos y ¡dentro reseña!

Saga: En la oscuridad resplandecen las estrellas (1/2)

Nombre: En la oscuridad resplandecen las estrellas

Autor: Diana Peterfreund

Páginas: 373

Editorial: Oz editorial

Reseña: (Sin spoilers)

Elliot, a sus 18 años, se ha visto obligada a renunciar a muchas cosas y a sufrir la autoritaria presencia de su padre, todo para poder cuidar de la hacienda de su familia y de los trabajadores post y reducidos que trabajan allí. Ella hace todo lo posible pero la actitud despilfarradora de su padre la obligan a arrendar la hacienda de su abuelo a un grupo de post. Sin embargo, lo último que Elliot podía esperar era que, entre ellos, se encontrara Kai, un post que trabajó en su hacienda y a quien se vio forzada a romperle el corazón cuatro años atrás.

Mi opinión: (Con spoilers)

La historia

Ya, una reseña llena de palabros extraños, pero no sabía cómo hacerla sin mencionarlos xD Ya os los explico más adelante. Nuestra protagonista es Elliot, una joven ludita, que, desde la muerte de su madre se ha visto obligada a llevar las riendas de su hacienda para evitar que su padre los matara de hambre. Debe ocuparse de que las cosas marchen bien y de que los post y los reducidos que trabajan en sus tierras se queden en ellas, para poder llevarlo todo adelante. Es por ello además que ha empezado a desarrollar experimentos que, de descubrirse, podrían ocasionarle numerosos problemas, pues está jugando con lo mismo que los luditas desprecian y que llevó a la aparición de los reducidos: el jugar a ser Dios. Elliot intenta modificar el grano para hacerlo más resistente, con un crecimiento más rápido, y que les permita conseguir dinero y mantenerlos alimentados. Por desgracia, su padre destroza el grano poco antes de estar listo, y ella debe volver a empezar (si es que decide arriesgarse), y apañárselas para evitar que el nuevo hipódromo de su padre termine con las pocas reservas de dinero que tienen. Es por ello que, cuando recibe una carta para arrendar la hacienda de su abuelo, no duda en convencer a su padre de ello, aun cuando los nuevos vecinos sean post, considerados inferiores por los luditas y en especial por su padre. Lo que nunca habría podido esperar Elliot es que, entre la tripulación que le ha alquilado la casa se encontrara Kai, un antiguo trabajador post del que estuvo enamorada y al que las circunstancias la obligaron a abandonar cuando él le pidió que se fueran juntos.

En serio, cuánto me ha costado escribir esta sinopsis xD Demasiadas palabras nuevas que no sabía cómo encajar o sustituir. Por ello, empezaré esta reseña por aclarar estos términos, ya que si no, esta reseña va a ser muy liosa. En el mundo que nos presenta la autora tenemos a los luditas, que son los señores de la tierra, los más ricos y mejor considerados, descendientes de aquellos que se negaron a que les implantaran mejoras tecnológicas muchos siglos antes, antes de la guerra que acabó con las comunicaciones entre los distintos países. Los reducidos son aquellos que jugaron a ser Dios mediante aquellas mejoras. Sin realmente una inteligencia como tal, hacen lo que se les ordena y poco más. Por no poder, no pueden ni hablar con otra cosa que no sean monosílabos, y siendo estos muy limitados. Por su parte, los post son hijos de reducidos que, por alguna razón, son perfectamente normales, como los luditas, y sus hijos son siempre post, nunca reducidos, así que son un número cada vez mayor. Como podréis imaginar, esto no les hace gracia a los luditas, pues tienen a un montón de trabajadores post, que son como ellos y están hasta las narices de ser avasallados por estos. Quieren mejoras, quieren contar para algo y por ello se van marchando a buscar suerte a otra parte, incluso si eso incluye abandonar las islas a ver si hay algo más fuera. En estas está el mundo de Elliot, lo que también la obliga a arrendar la hacienda, pues sus trabajadores post también han ido abandonando su casa para irse a otra parte. El mejor ejemplo es Kai quien, cuatro años después de irse, vuelve allí con la tripulación que ha alquilado la casa y Elliot descubre que él continúa odiándola por lo que ocurrió, lo que ella lleva lamentando años.

Una vez aclarado esto, espero que podáis leer la reseña sin problemas. Tengo que confesar que me costó la propia vida aclararme con esto porque te lo van contando como le parece oportuno a la autora y no había forma de que yo me enterara de qué demonios estaba pasando. Por suerte, conforme iba avanzando en su lectura, la cosa se estabilizó y yo pude enterarme de lo que me estaban contando. La historia en sí está bien, el mayor problema que le veo es precisamente eso, que al principio es bastante confuso todo porque no te dicen desde el principio: los luditas son estos, los post estos y así, si no que te lo van soltando por cachitos. También las cartas que se intercambian ambos protagonistas cuando son jóvenes te van dando información y eso me alegra mucho, porque me enteré de bastantes cosas gracias a ellas, si os soy sincera. Debo confesar, sin embargo, que no fue hasta la mitad del libro cuando me di cuenta de que, encima del capítulo en el que había cartas, te decían de hacía cuantos años eran las cartas en cuestión así que me llevé medio libro ordenándolas mentalmente sin saber si estaba bien. Después me di cuenta pero lo aviso por si, como yo, no leéis los capítulos y os descolocáis, que fue lo que me ocurrió a mí… Y es que, sí, en este libro, además de la historia del presente, nos encontramos con las cartas que se intercambiaban Kai y Elliot desde pequeños para que, a modo de flashbacks nos vayamos enterando de cosas cómo la vida de Kai, lo que les ocurre, como surge su relación… Extrañamente, de lo que menos hay en el libro es romance. Puede que os parezca raro, como a mí, pero es eso lo que ocurre. Llega Kai a la granja y lo que tenemos es Elliot pensando que aún le quiere y que lamente enormemente lo que pasó, y a Elliot sufriendo porque cree que Kai ha pasado página y la odia (cosa que entiende), pero no hay romance. En las cartas te enteras de cuándo comienza, pero hasta ahí. Por lo demás, lo que hay es otro romance que tampoco te describen mucho (cosa comprensible, teniendo en cuenta las circunstancias), y un beso entre los protagonistas. Uno. Así que, si venís buscando romance, no vais a encontrarlo. Eso no ha impedido que me guste, claro que no, he disfrutado enormemente de la historia, pero yo esperaba otra cosa, la verdad.

Por tanto, la trama no se centra tanto en el romance si no en Elliot: en quién es, lo que quiere, lo que hace por la gente que le importa… Y en su evolución. Porque Elliot evoluciona, y se nota. No ha sido la protagonista que más me ha gustado. Es más, en ciertos momentos yo quería meterle una torta y decirle que espabilara y que empezara a quererse y a defenderse, pero, por suerte, parece que me escuchó y, poco a poco, lo hace. Elliot ha sufrido mucho desde que tuvo que abandonar a Kai para mantener la hacienda y a todos los que vivían y dependían de ella pues sabía que, si se marchaba, su pare y su hermana no serían capaces de encargarse de la misma y los post y los reducidos que trabajaran allí sufrirían innecesariamente. Por esa decisión que tomó, por elegir a otros antes que a ella misma, lleva sufriendo años pues quería muchísimo a Kai y hacerle daño era lo último que quería, pero no cabía la posibilidad de abandonar a los trabajadores. Kai, por su parte, cuando vuelve es alguien totalmente distinto al que conocemos por sus cartas. Es frío y cruel y muchas veces solo intenta hacerle daño a Elliot. Es por ello por lo que no me ha gustado como personaje hasta casi el final, y un motivo por el que a veces quería sacudir a Elliot, para que se defendiera ante el cretino en el que se había convertido Kai. Pero, si a ella quería sacudirla y gritarle, a él quería ponerle la cabeza del revés o pegarle una patada voladora, me da igual cuál de las opciones. Se porta como un cerdo cuando vuelve y lo que más me cabrea es que lo hace porque Elliot se quedó para cuidar de post, de gente COMO ÉL, que dependían de ella. Él se fue en busca de mejores oportunidades y ella se quedó para mejorar la vida de los post que trabajaban allí. Que sí, que comprendo que está enfadado, pero la actitud que tenía era odiosa, y no se la perdoné hasta casi el final. A pesar de ello, nadie goza de tanto odio por mi parte como goza el padre de Elliot, un tío horrible donde los haya, cuya felicidad reside en hacerle daño a los demás y, si esa persona es su hija, mejor que mejor.

El libro se lee en nada. Carece de acción pero uno se lo lee perfectamente en una tarde. A cambio de la acción tiene drama por un tubo pero era algo que me esperaba y tampoco es drama en plan BLME o que se muere todo bicho viviente, solo le da algo de gracia a la cosa xD El mundo de la historia, aunque no se explora más allá de los terrenos de la finca de Elliot, pero a pesar de ello me ha gustado bastante. Como ya he dicho, me resultó confuso al principio pero el libro engancha y no puedes dejar de leer, así que en poco tiempo uno ya se ha enterado de todo. En la oscuridad resplandecen las estrellas es un retelling de la novela de Jane Austen, Persuasión. Si os soy sincera, no he leído nada de la autora y, por tanto, no puedo decir si hay similitudes ni nada, solo mi experiencia con este libro como libro independiente y ha sido bastante buena. Lo he disfrutado mucho, a pesar de que Kai era increíblemente estúpido ¬¬ El final es bonito y, aunque la relación entre los protagonistas no se adentre tanto en el tema romántico como había esperado, me ha gustado cómo se ha ido desarrollando (no así Kai. Es raro, pero no sé explicarlo mejor xD). Mención especial para Ro, una reducida amiga de Elliot y que es un verdadero amor de chica. Como reducida, no puede decir más que unas pocas sílabas pero no le hace falta más para ganarse un hueco en mi corazón, ha sido un personaje que me ha gustado mucho, casi como una niña pequeña que se hace querer con enorme facilidad.

En definitiva, En la oscuridad resplandecen las estrellas es un libro que se lee en una sentada. La autora ha creado un trasfondo interesante que, aunque podría haber sido explorado más a fondo, no impide que uno disfrute enormemente de la historia. Sí que es cierto que a Kai le partía la boca, pero al final medio lo he perdonado (eso sí, me gusta más el Kai pequeño que aparece en las cartas que el Kai adulto o incluso el adolescente en ciertos momentos). Tiene una gran escasez de romance pero tampoco importa porque cuenta con una cierta dosis de drama y algún que otro giro de tuerca muy interesante que mantienen tu atención con gran facilidad. Sin duda, un libro que recomiendo.

Los personajes

Elliot es nuestra protagonista. Es una joven ludita que se ha visto obligada a hacerse con las riendas de su casa, cuando esto era responsabilidad de su padre y hermana mayor, para que la hacienda funcionara y no se murieran de hambre. Es una chica decidida, que hace todo lo posible por proteger a las personas que le importan y tiene a su cargo, incluso si eso incluye renunciar a sus propios sueños. Aunque empieza siendo demasiado “contenida”, finalmente desarrolla la valentía necesaria para hacer lo que quiere y enfrentarse a los que se le oponen.