Un hijo - Alejandro Palomas

Hey, there! ¿Qué tal os va? A mí genial porque he acabado el último examen y del año y puedo relajarme durante un tiempo y leer y reseñar, y ponerme al día con algunas series xD Aunque, para empezar, me he puesto al día con algunas reseñas, como esta, de Un hijo, un libro que acabé hará un par de semanas y que me ha gustado mucho *-* Por tanto, aquí tenéis la reseña, que espero os guste.

Saga: Ninguna. Autoconclusivo

Nombre: Un hijo

Autor: Alejandro Palomas

Páginas: 288

Editorial: La Galera

Reseña: (Sin spoilers)

Guille es un niño muy especial. Su madre es una azafata que viaja por todo el mundo, su mejor amiga es una chica musulmana y él adora absolutamente a Mary Poppins. Esta realidad preocupa un poco a su profesora, por lo que esta recomienda que visite a María, la psicóloga del colegio que, poco a poco va descubriendo a un Guille que nadie conoce.

Mi opinión: (Con spoilers)

La historia

Creo que me ha quedado una sinopsis un poco siniestra, pero creedme cuando digo que este libro es de todo, menos siniestro. El protagonista de la historia es Guille, un niño de nueve años que ha comenzado a preocupar a su profesora: vive solo con su padre, porque su madre es una azafata y tiene que viajar mucho; su única amiga es una chica musulmana que tampoco se relaciona con más chicos de su clase y el mayor sueño de Guille es ser Mary Poppins. No ser como Mary Poppins, si no ser ella. Su profesora ve esa diferenciación algo preocupante, por lo que decide recomendar a su padre que Guille visite a María, la psicóloga del colegio. Este no está muy de acuerdo con ello, pero finalmente accede. Lo que la profesora no le dice a su padre es que cree que hay más de lo que parece a simple vista, muchas cosas ocultas tras su enorme felicidad y su amor por Mary Poppins. Poco a poco, desde el punto de vista de su profesora, María, el padre de Guille y el del propio Guille, vamos descubriendo lo que le ocurre, mientras él se prepara para hacer la función de Navidad con su amiga Nazia.

Esto es, en esencia, el argumento del libro. Como veis, no es un libro que presente mucha acción ni nada. Tiene una trama simple, siendo Guille la persona en torno a la cual gira la historia, aunque no es él el único narrador. Si no cuento más de la historia es porque es un libro muy corto del que, como cuente algo más, revelo toda la historia. Lo cierto es que, cuando lo gané en la ARC (el único sorteo que he ganado en los últimos dos años xD), no esperaba mucho de él, y por tanto tardé un tiempo en ponerme con él. Sin embargo, no dejé de oír buenas recomendaciones y al final me ha sorprendido gratamente. Me ha encantado, la verdad sea dicha. Uno puede pensar que, teniendo como protagonista a un niño de nueve años, la historia puede ser algo infantil. Sin embargo, es una historia preciosa, y como todas las historias preciosas, muy triste. La verdad es que yo no le daría este libro a mi hijo si tuviera la edad del protagonista, precisamente por lo triste que es. Además, aunque Guille es el protagonista indiscutible de esta historia, también tenemos como narradores a algunos adultos, como su padre o la orientadora, y, por su parte, Guille no es un niño normal. Es un niño, sin duda, pero hay una ternura y tiene un conocimiento innato de las cosas, a pesar de no terminar de comprender lo que aprecia, que hace que sea imposible no cogerle cariño, y que le da un aura de madurez algo impropio de un niño como él. Esto también tiene un lado negativo, sin embargo, del que me ocuparé más tarde.

La historia, aunque sin mucho misterio, toca varios puntos. Tenemos el misterio que envuelve a Guille y lo que le ocurre en realidad, la vida de su amiga Nazia, a quien van a casar pronto con un primo suyo que la triplica en edad e, incluso, un poco la homosexualidad. Debo decir que este punto me ha cabreado mucho, pues solo hacía que yo odiara a muerte al padre, con quien he sido incapaz de conectar. Su actitud para con Guille me cabreaba muchísimo pues, si bien puedo aceptar que un padre no quiera que su hijo sea homosexual, no comprendo ni acepto cómo reaccionaba ante ello, sobre todo teniendo en cuenta que se aprovechaba del desconocimiento del pobre niño, que no sabía qué hacía ni por qué estaba mal. Me molestaba lo más grande que su forma de enfrentarse a lo que él consideraba como muestras de la homosexualidad de su hijo (no lo decía así, es lo que yo entiendo), fuera cabrearse, gritarle, y mandarlo a la cama sin cenar. Guille no entendía nada y el padre no se molestaba en hablar con él, solo se empeñaba en apuntarlo a los denominados “deportes de tío”, sin preocuparse de que a Guille no le gustaran Y a ver, que yo puedo entender que no le haga gracia encontrarse a su hijo vestido con la ropa de su madre, y entiendo que su obsesión con Mary Poppins no le haga gracia, pero no me gusta cómo se enfrentaba a ello. Y lo siento, pero tenía que decirlo, porque tuve un gran problema con el libro en ese sentido. En cualquier caso, podemos ver que el libro se adentra en aspectos de la vida que no siempre vemos, todo ello sin dejar de lado la investigación sobre lo que le ocurre a Guille y la preparación de la función de Navidad.

Hay diversos puntos de vista, como ya he mencionado, y el más diferente de todos ellos es el de Guille, como corresponde a su edad. Los demás son similares entre sí, aunque el que menos me ha gustado es el del padre, por razones ya mencionadas. Tengo que decir que los demás me cayeron bien pero llegó un punto en el que ya me estaba desesperando con María, porque ya desde la mitad del libro sabía qué era lo que le ocurría a Guille y era tan obvio que no entendía cómo esta mujer no lo veía. Me veía venir desde el principio lo que ocurriría, pero había un par de detalles que no me cuadraban, hasta la mitad del libro, cuando lo vi todo claro. Y, me siento mal, pero casi no soy capaz de decir nada bueno del padre. Lo único positivo que le he visto es lo que hace por Guille (y no, no es lo de la homosexualidad, eso sigue siendo horrible), pero eso queda claro que hace más mal que bien, pero la intención es lo que cuenta, ¿no? Ya, lo último negativo que debo decir es que Guille nunca me pareció que representara la edad que tenía. Conforme lo leía, pensaba que tenía unos seis años, y después leí que tenía nueve, pero es que hay actitudes que no me cuadran con un niño de esa edad. Puede que yo fuera mucho más madura de lo que correspondía a mi edad (que lo era, si hacemos caso a las tropecientas mil veces que me lo han dicho), pero Guille me parecía demasiado infantil. Algo que me ha encantado de la edición del libro (que, por cierto, con esa letras y esos márgenes te lo lees en una sentada), es que incluyan los dibujos de Guille, que son muy relevantes para la historia, y ha sido muy acertado incluirlos.

En definitiva, Un hijo ha sido una lectura que me ha gustado mucho más de lo que esperaba. Con una historia sencilla que toca muchas áreas diversas y un protagonista entrañable, es un libro que se lee en una sentada. Si bien es cierto que la gran pregunta tiene una respuesta que se muestra como obvia a partir de la mitad de la historia y por tanto es algo predecible, eso no impide que se disfrute enormemente. Su final es muy emotivo y, aunque por su protagonista podría parecer un libro infantil, para nada. Es un libro que recomiendo enormemente.

Los personajes

Guille, nuestro protagonista. Es un niño de nueve años, algo solitario, con poca inclinación hacia los deportes típicamente de chicos, lo que hace que tenga problemas con su padre. Siempre ha estado muy unido a su madre, y de ahí le viene su amor por Mary Poppins. Es un niño muy inteligente, vivaz, y que se da cuenta de muchas más cosas de lo que parece, aunque no termine de entenderlo.

Lo mejor

Que se toquen muchos palos, y el final, que es muy bonito (y muy triste).

Lo peor

La actitud del padre, que no aguanté, y el que adivinara la respuesta al misterio desde la mitad de libro.